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Monitoreo terapéutico de drogas antiepilépticas

Los medicamentos anticonvulsivantes, conocidos también como antiepilépticos, son sustancias destinadas a prevenir o disminuir la frecuencia y severidad de las crisis epilépticas.

El monitoreo de drogas terapéutica (TDM-Therapeutic Drug Monitorin) es la rama de la bioquímica clínica enfocada en la medición de los niveles sanguíneos de medicamentos con el fin de conocer el rango en que terapéuticamente son eficaces para el fin que se busca.

Los fármacos antiepilépticos fueron de las primeras drogas en ser monitoreadas para establecer la dosis apropiada, debido a que las subdosis y las sobredosis pueden manifestarse con actividad convulsiva, lo que hace más difícil optimizar su uso desde el punto de vista clínico.

FUNDAMENTOS DEL MONITOREO
Como ya dijimos el TDM se ocupa de medir los niveles sanguíneos de los medicamentos. Los fármacos para ser monitoreados deben cumplir con uno o más de los siguientes criterios:

  • Un rango terapéutico estrecho, esto se define como un intervalo de concentraciones plasmáticas del fármaco que oscila entre un límite inferior por debajo del cual es poco probable que se produzca el efecto terapéutico y un límite superior por sobre el cual pueden aparecer efectos de toxicidad.
  • Ser utilizados para tratamientos prolongados.
  • Tener una buena correlación entre niveles sanguíneos y la respuesta clínica.
  • La variabilidad interindividual o intraindividual.
  • Cuando no existen biomarcadores asociados con la mejoría terapéutica.
  • Cuando se administran simultáneamente otras drogas que potencialmente interactúen entre sí.

En condiciones ideales, el TDM permite determinar una línea base de concentración del fármaco cuando el paciente está cumpliendo con el tratamiento y respondiendo bien clínicamente.

Estos niveles basales terapéuticos son muy útiles y pueden emplearse en el tiempo para evaluar cumplimiento, cambios fisiológicos o patológicos y mantener o corregir la dosis óptima para cada individuo.

EPILEPSIA
La Liga Internacional contra la Epilepsia, define al ataque epiléptico como “una ocurrencia transitoria de signos o síntomas debidos a la actividad neuronal anormal excesiva o sincrónica en el cerebro”.

La mayor parte de los medicamentos anticonvulsivos tienen poco efecto sobre el foco epiléptico. Su acción es evitar la propagación de las descargas eléctricas a estructuras cerebrales vecinas normales. Los efectos antiepilépticos más importantes sobre la causa y la propagación de las crisis son:

  • La inhibición de los canales de sodio.
  • La inhibición de los canales de calcio.
  • Promover la acción GABAérgica.
  • Inhibir la excitación glutamatérgica.

Las diferentes drogas antiepilépticas se pueden clasificar según la cronología de su desarrollo:
Primera generación (antes de 1990): como Fenobarbital, Fenitoína, Etosuximida.
Segunda generación (después de 1990): Carbamazepina, Valproato, Benzodiacepinas.
Tercera generación: Oxcarbazepina, Lamotrigina, Levetiracetam, entre otros.

ASPECTOS METODOLÓGICOS
En general, los fármacos antiepilépticos son monitoreados por técnicas de inmunoensayo, las que están dirigidas a un solo analito (generalmente el fármaco original). Son pruebas rápidas y están disponibles para una amplia variedad de sistemas analíticos.

Cuando un inmunoensayo no está disponible o en situaciones donde se necesita mayor sensibilidad y especificidad, la utilización de métodos cromatográficos es particularmente valiosa; como por ejemplo la cromatografía líquida o HPLC (del inglés-High Performance Liquid Chromatogaphy). Otra ventaja de los métodos cromatográficos es que se pueden medir simultáneamente múltiples fármacos y los metabolitos activos de drogas para supervisar los casos de polimedicación. También se pueden utilizar en situaciones donde los fármacos administrados deben ser previamente metabolizados en el hígado y sus metabolitos son los farmacológicamente activos.

En Alkemy Laboratorios, analizamos estas drogas terapéuticas con el equipo Ultimate HPLC, de Thermo Scientific equipado con una bomba cuaternaria, sistema de inyección automática y dos detectores (ultravioleta-visible y Fluorométrico).