Deficiencia de Vitamina B12: principales causas y síntomas
La deficiencia de Vitamina B12 es la segunda causa de anemia carencial, después de la anemia ferropénica. Esta deficiencia es particularmente riesgosa en la infancia por su impacto en el desarrollo físico y cognitivo.
La Vitamina B12 también llamada cobalamina, es una vitamina hidrosoluble que forma parte del Complejo B. Junto con el ácido fólico, es necesaria en la formación y en la maduración de los glóbulos rojos (eritrocitos), y en la síntesis del ADN (ácido desoxirribonucleico), que es el material genético de las células. La vitamina B12 también es necesaria para el funcionamiento normal de los nervios.
Sólo está presente naturalmente en alimentos de origen animal: hígado (fuente especialmente concentrada por ser su órgano de depósito), carnes, quesos y en escasa cantidad en huevos, leche y yogurt. No se encuentra en alimentos de origen vegetal, salvo que estén fortificados.
Durante la infancia y la adolescencia, es importante mantener un estado adecuado de cobalamina (B12) para un normal crecimiento y desarrollo.
La carencia de esta vitamina da lugar a anemia, lo que a su vez provoca palidez, debilidad, fatiga y, si es grave, dificultad respiratoria y mareos. Un déficit grave de vitamina B12 puede provocar un daño neurológico y, en consecuencia, ocasionar hormigueo o pérdida de sensibilidad en las manos y los pies, debilidad muscular, pérdida de reflejos, dificultad para caminar, confusión y demencia.
En menores de seis meses la principal causa de deficiencia de B12 es la depleción materna antes de la concepción y durante la gestación. Otras causas comunes en niños son las parasitosis intestinales y deficiencias por malabsorción, que se incrementan con la edad. La deficiencia de B12 se relaciona con embarazos de mala evolución, riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer; defectos del tubo neural y cardiopatía congénita (estas dos últimas asociadas a déficit de folatos) por consiguiente mayor riesgo de morbilidad infantil.
A partir de los 60 años la deficiencia de cobalamina se debe principalmente a la alteración de su absorción. Las causas más frecuentes de deficiencia de cobalamina están asociadas con enfermedad inflamatoria crónica del estómago (gastritis atrófica), que engloba a:
– Anemia perniciosa (Gastritis Tipo A)
– Infección debido a Helicobacter Pylori (Gastritis Tipo B)
– Malabsorción de Vitamina B12. Como consecuencia de atrofia gástrica que lleva a disminución progresiva de la secreción de ácido clorhídrico y de enzimas requeridas para liberar la Vitamina B12 de los alimentos.
Los síntomas debidos a la anemia remiten ingiriendo dosis altas de suplementos de vitamina B12.
El diagnóstico de la deficiencia de vitamina B12 se realiza mediante técnicas de inmunoensayo como la electroquimioluminiscencia o la quimioluminiscencia entre otras.