Síntomas, diagnóstico y seguimiento
Los síntomas de celiaquía pueden aparecer en cualquier momento de la vida de una persona. En el caso de niños y niñas, hay una serie de manifestaciones claras. La mayoría de los casos, la enfermedad celíaca se manifiesta antes de los 3 años y en general su diagnóstico suele ser más sencillo que en el de los adultos. De hecho, si este diagnóstico se produce a tiempo, la alteración en el crecimiento de esa persona va a ser escasa.
Principales síntomas de celiaquía en las infancias
Digestivos: El 90 % presentan (por supuesto siempre antes del diagnóstico), dolor abdominal. Muchos de ellos suelen tener distensión abdominal (barriga hinchada), diarreas prolongadas o estreñimiento.
Neuronales:
Muchas veces se asocia la irritabilidad a los niños celíacos. Lo que hay que tener en cuenta es que no es que estos niños sean más irritables o tengan peor humor. Es que si están con dolor o malestar permanente, se quejan.
A día de hoy se suele estudiar también la posibilidad de celiaquía en niños diagnosticados con TDAH y/o retrasos madurativos.
Dermatológicos:
La dermatitis atópica (erupciones/sarpullidos) afecta con más frecuencia a las personas celíacas, que además, tienen peor respuesta a los tratamientos médicos que se les da para mejorarla. Por supuesto, tras comenzar con la dieta, mejora increíblemente.
Otros síntomas:
A nivel óseo, muchos niños celíacos presentan un contenido mineral óseo menor, que se normaliza a largo plazo con la dieta sin gluten.
El déficit de hierro, y con ello la anemia y el cansancio, afecta al 80 % de los niños celíacos.
La presencia de aftas o llagas bucales persistentes o recurrentes también es un síntoma que nos puede hacer sospechar. A su vez, pueden presentar alteraciones en el esmalte dental (que no son caries).
Otras enfermedades autoinmunes: diabetes tipo I, enfermedad tiroidea, etc…
Diagnóstico de la celiaquía
Pruebas para detectar la celiaquía:
- Biopsia intestinal: mostrará el daño intestinal en caso de que lo haya.
- Dieta sin gluten: puede ayudar, los síntomas pueden remitir después de comenzar.
- Serología: Anticuerpos positivos, aunque no siempre se elevan en celíacos (pacientes seronegativos).
- Sintomatología: digestiva o extradigestiva.
- Prueba genética: es necesario tener predisposición genética para desarrollarla.
De estas pruebas los pacientes deben tener al menos 4 (cuatro) positivos, con excepciones de 3 (tres). Sin embargo, los niños y adolescentes pueden ser diagnosticados sin biopsia siempre y cuando cumplan ciertos criterios clínicos y médicos.
Seguimiento de celiaquía en niños y niñas
Una vez que tenemos el diagnóstico hecho, hay que comenzar con una dieta estricta y sin gluten de por vida.
Lo habitual, es que durante el primer año de la detección se realice una analítica a los 3 meses, otra a los 6 y otra al año. Luego, las revisiones serán anuales.
No hay un criterio preciso y exacto del momento en que una persona normaliza su serología, pero en general, debe pasar al menos un año de dieta estricta para que esto suceda.
¿Qué ocurre si el padre o la madre de un niño son celíacos?
Como sabemos, la celiaquía es una enfermedad autoinmune y de base genética.
Por ello, si uno de los progenitores son celíacos, a partir de los 18 meses de vida de un bebé y en el caso de que no haya manifestado síntomas, se recomienda hacer un análisis genético y si éste es compatible con la afección, habrá que realizarle un seguimiento serológico cada 2 años.